Se me hace muy dificil sentarme aquí y empezar a escribir sobre ti, no sé por donde empezar, ni qué decir.
Es curioso, cuando alguien no está empiezas a recordar esas pequeñas cosas que lo hacían ser él: sus gestos, su forma de hablar, sus reacciones a diferentes situaciones, su forma de andar y de moverse... Recuerdas lo que has aprendido de esa persona, que, en este caso, es mucho. A veces, te sorprendes recordando una situación determinada, y se te dibuja una sonrisa en la cara. A veces piensas en lo que ya no será, y te asoman las lágrimas.
Es cierto lo que dice la canción: “Cuando un amigo se va, algo se muere en el alma...”.
En los últimos tiempos no nos llevábamos demasiado bien, muchas cosas triviales nos habían alejado y nuestra testarudez no nos dejaba volver a acercarnos.
Muchas veces en estos casos piensas: “Bueno, algún día lo arreglaremos”, pero nunca se te ocurre que a lo mejor no llegará ese día. Lo vas posponiendo y posponiendo, dejándolo en tareas pendientes. Pero contigo nunca llegará ya ese día. Y te quedas con una espina clavada. Ya no hay oportunidad. Nunca sabrás lo que pensaba de ti.
Supongo que ésta es una manera de intentar sacarme esta espinita y dejarte ir en paz, aunque no sé si funcionará.
Tu eras una de esas personas que cuando las conoces piensas: “Esta persona va a llegar muy lejos”, “Esta es una de esas personas que va a aportar su granito de arena para cambiar el mundo”. Por eso creo que, además de la pérdida personal de todos los que te conocíamos, el mundo ha perdido a una gran persona.
Darkside
2 comentarios:
HOLA MUY BONITA ENTRADA... TIENE MUCHA RAZÓN A VECES SE POSPONEN COSASA SIN SABER SI LLEGARAN A SUCEDER.
Esto es muy parecido a mi realidad
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