Miles de momentos pasamos juntos, Maurix. Y miles más deberíamos haber tenido, qué injusta es la vida. Desde el mismo momento en que nos conocimos, al entrar en la facultad, te ganaste el cariño y el respeto de muchos de nosotros. Formamos un pequeño grupo de amigos, y siempre estuviste ahí para nosotros. Siempre animoso, sin perdonar una juerga porque "la vida es corta" (ironías de la vida, esta fue la última conversación de verdad que tuve contigo). Sé que hablo por todo ese grupito de la facultad si digo que fuiste de las mejores personas que había en él, y puedo decirte que tu muerte ha sido un mazazo para nosotros.
Te han definido de idealista, buena persona, excelente científico... Sé que te hubiera encantado leer todo lo bueno que se ha dicho de ti en las últimas semanas, y espero sólamente que supieses cuánta gente te quería, y cuánto te echaremos todos de menos. Bueno, amigo, ten cuidado y sobre todo no corras. Te quiero, amigo. DEP
Javier Blasco
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