Hola Mau,

Te saludo desde aquí abajo. Nosotros seguimos aquí, como los gusanitos. Aún no hemos llegado a la fase de mariposa en que todo lo ves desde arriba, con otros ojos, batiendo tus alas. Aún no nos hemos librado de esa cápsula que nos impide ser totalmente libres, para unirnos como tú y los demás han hecho ahora, con aquello que tánto amabas, el Cosmos y el Universo entero, para abrazarlo y comprenderlo; -¡por fin!

En la India el luto no es negro, se visten totalmente de blanco. Curioso, ¿no?
Creo que tú sabes -sobre todo ahora-, perfectamente el por qué.....

Y, en homenaje tuyo y dedicado a tu madre, me gustaría, con tu permiso, concluir el hermoso cuento de hadas (ya has visto alguna por allá arriba Mau???) que comenzaste. Y digo dedicado a tu madre porque la protagonista es - inconfundiblemente- la mujer que te dió la vida, con su larga cabellera gris, su sabia belleza que sólo lo dan los años y sus grandes y hermosos ojos verdes.
Maurizio, espero que cuando lo termine, allá donde estés, lo disfrutes y te guste como ha quedado.

Acá, en la tierra, brindo por tí, por Edu, por JuanLu, y por todos vosotros que ahora sois libres.
Hasta siempre.
Un muy fuerte abrazo,
Tanja